Conversatorio sobre Derechos Humanos en Internet

Conversatorio sobre Derechos Humanos en Internet

El Centro de Acceso y Archivos a la información pública (CAinfo) y la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay (FESUR) realizaron el lunes 14 de noviembre un conversatorio sobre Derechos Humanos en Internet.

Internet representa una herramienta fundamental para el ejercicio de los Derechos. Sin embargo, el desarrollo de políticas y regulaciones no siempre tiene en cuenta esta vital característica.

En la apertura del evento participaron Rafael Sanseviero de FESUR y Lucila Carbajal de CAinfo.

Rafael Sanseviero valoró la importancia del conversatorio en tanto da la posibilidad de “poner en debate lo que hoy son las tensiones de la democracia”, particularmente en el campo de Internet.

Sanseviero consideró que “es difícil identificar los balances de poder en Internet, puesto que es un debate que todavía no se ha consolidado”.

Por último, advirtió que “el proceso de reconocimiento de los derechos humanos siempre es posterior a los desbalances de poder. Por eso es importante ver dónde están las necesidades”.

La jornada contó con la exposición de tres expertos: Matías Jackson de CAinfo, Agustina Del Campo, directora del Centro de Estudios en Libertad de Expresión y Acceso a la Información CELE; y Fabricio ScrolliniScrolini de DATA Uruguay.

Matías Jackson valoró la importancia del encuentro en tanto es importante entender “cómo pensamos internet no solo desde el punto de vista del Estado sino de la sociedad civil”.14993556_978792672232476_4797860896807658855_n

Jackson consideró que para empezar a entender el campo de los derechos humanos en internet es necesario hacer un mapeo del ecosistema que permita visualizar quiénes toman las decisiones: “La gobernanza de internet es importante para entender los mecanismos por los cuales se toman las decisiones”.

Jackson enumeró además una serie de principios sobre los que está diseñada internet (llamados “principios arquitectónicos”) y que marcan fuertemente cómo se juegan los derechos en la red. Estos son:

  • Principio de Apertura: Internet se basa en una serie de estándares y protocolos que son transparentes.
  • Principio de Acceso: cualquiera que tenga un dispositivo que pueda conectarse a internet puede formar parte de la red. “Basta la conexión a la red para que ese dispositivo pueda conversar con otras computadoras”, señaló Jackson.
  • Principio de Redundancia: Internet es una red que no está centralizada en un solo lugar.
  • Principio de Extremo a extremo: el emisario y el receptor, pero no la red, son los que toman las decisiones. De este último principio es que se deriva el concepto de Neutralidad en la red. Este concepto implica que los datos que circulan a través de la red deben moverse de manera imparcial, sin tener en cuenta el contenido, destino u origen.

15073393_978804042231339_94464073337037965_nPor su parte, Agustina Del Campo del CELE, se centró en el derecho de libertad de expresión en Internet. Del Campo recordó que este derecho tiene una dimensión social y otra individual, y que la Corte Interamericana de Derechos Humanos considera que tiene un rol fundamental en la sociedad democrática.

Dentro del tema de libertad de expresión en Internet, Del Campo planteó la necesidad de debatir cómo se regula la remoción de contenidos. “Cuándo puede removerse contenidos, en qué circunstancias, quién lo determina, por cuánto tiempo”.

En este sentido, Agustina Del Campo planteó de se debe dar un debate acerca de la responsabilidad en Internet cuando algún derecho se ve violentado: “¿debe irse contra la persona que produjo el contenido, contra la persona que los tiene en línea, contra la persona que lo replicó o contra la persona que los indexa?”, se preguntó.

A modo de respuesta, Agustina del Campo consideró que hay que tener en cuenta los principios del sistema interamericano al momento de abordar estas cuestiones. En este sentido, el principio que tiene que regir es el de “responsabilidades ulteriores” y, además, “no se debe establecer una presunción de daño por la naturaleza del medio en el cual el daño se produce”.cxonazzwqaa5va_

Por último, Agustina del Campo recomendó pensar herramientas alternativas, como el derecho a rectificación y respuesta, para compensar los derechos de aquellas personas que puedan haberse visto vulneradas por determinadas expresiones. “Internet ofrece un medio como nunca antes había existido para ofrecer la réplica, la rectificación y la respuesta”, puntualizó.

Por su parte, Fabrizio Scrollini de DATA Uruguay, centró su exposición a la vigilancia de las comunicaciones en internet. Scrollini puntualizó que hay distintos tipos de espionaje: se realiza espionaje entre Estados, espionaje del sector privado, sobre la sociedad civil y vigilancia de comunicación en poblaciones, grupos e individuos.

Scrollini consideró que la vigilancia puede responder a una necesidad legítima del Estado de resguardar la seguridad, pero estas prácticas tienen que venir acompañadas de un marco claro y transparente
que dé garantías a los ciudadanos respecto a estos procedimientos y sus alcances.

Sociedad Civil de América Latina rechaza software espía de Hacking Team

Sociedad Civil de América Latina rechaza software espía de Hacking Team

El domingo 5 de julio, se expusieron públicamente 400GB de información de la empresa italiana Hacking Team, dedicada a la comercialización de software de espionaje para gobiernos. Los documentos incluyen facturas, correos electrónicos, datos fiscales y código fuente, entre otros archivos. Las revelaciones permiten entender los alcances a nivel global de Hacking Team, una compañía que fue catalogada en 2013 por Reporteros Sin Fronteras como uno de los “enemigos de Internet”.

El software de espionaje comercializado por Hacking Team, conocido también como DaVinci o Galileo, es un programa que infecta los dispositivos de la persona atacada, permitiendo sustraer datos, mensajes, llamadas y correos electrónicos. El atacante también obtiene acceso al micrófono, cámara y teclado para registrar imágenes, audio o cualquier otra actividad sin conocimiento de la persona afectada.

En la filtración se halló que seis países de América Latina son clientes de Hacking Team: Chile, Colombia, Ecuador, Honduras, México y Panamá. Dependencias como la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), la Secretaría de Inteligencia de Ecuador (SENAIN) la Dirección de Inteligencia Policial de Colombia (DIPOL) o el Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México (CISEN) han adquirido licencias de software de control remoto (RCS) a la empresa italiana. En el caso de México, se identificaron hasta 14 contratos individuales con la compañía, por parte del gobierno federal y los gobiernos estaduales, algunos de ellos sin facultades legales para la intervención de comunicaciones privadas.

Las organizaciones de la sociedad civil de América Latina rechazamos la venta y adquisición de estos programas de vigilancia, que sin controles adecuados, ponen en riesgo los derechos humanos de la región, por los siguientes motivos:

1. El proceso de compra ha sido realizado con total opacidad. Exigimos que los Estados involucrados realicen esfuerzos para asegurar la transparencia de sus actividades de inteligencia, en particular relativos a la compra y tipo de utilización efectiva de tecnologías que permiten vigilancia informática, ante la posibilidad real de que este software esté siendo utilizado para espiar a activistas y disidentes sin causa justificada. En 2013, la firma Kaspersky ya demostró que DaVinci fue usado para el espionaje de activistas políticos en el Medio Oriente.

2. Debido a los bajos estándares de control legal en la adquisición y uso de las tecnologías de vigilancia en la región, se necesita una discusión abierta en los Congresos nacionales acerca de las leyes que rigen y regulan las actividades de vigilancia, sometidas al escrutinio público. Ante la posibilidad técnica de que estas actividades pongan en riesgo derechos humanos, estas legislaciones deben reflejar los estándares más altos y sujetar las acciones de los organismos de inteligencia a la autorización previa de un organismo judicial imparcial e independiente.

3. Las labores de vigilancia de los gobiernos deben regirse bajo el principio de proporcionalidad, agotando todas las instancias legales posibles antes de violar la privacidad de un individuo. Se debe abogar por las medidas menos intrusivas y por la existencia de puntos de control estrictos. De lo contrario, no solo se violenta el derecho a la privacidad, sino que se atenta contra la libertad de expresión, el derecho a la información, la libertad de circulación y de asociación; así como el completo ejercicio de los derechos humanos.

La empresa Hacking Team y los gobiernos involucrados son responsables de dicho espionaje en la esfera internacional. Exigimos que las empresas tengan como prioridad el respeto de los derechos humanos y no los contratos de prestación de servicios con gobiernos opresores y abusivos. A los Estados, exigimos que respeten los derechos humanos de sus ciudadanos, cesen dichas prácticas ilegales de vigilancia y transparenten el objetivo de la compra de software, el presupuesto público gastado en cada caso y las garantías tanto legales como procedimentales para evitar la violación de derechos.

Firmas,

Derechos Digitales
Electronic Frontier Foundation
ARTÍCULO 19
Asociación por los Derechos Civiles
Fundación para la Libertad de Prensa
ACI-Participa (Honduras)
Contingente MX (México)
DATA (Uruguay)
Enjambre Digital (Mexico)
RedPato2 (Colombia)
R3D Red en Defensa de los Derechos Digitales (México)
Fundación Karisma (Colombia)
Hiperderecho (Perú)
TeDIC (Paraguay)
Usuarios Digitales (Ecuador)

Los usuarios de Internet del mundo exigen el fin de la vigilancia masiva en «El Día Que Dijimos Basta»

Los usuarios de Internet del mundo exigen el fin de la vigilancia masiva en «El Día Que Dijimos Basta»

IFEX, 11 de febrero de 2014.

El martes 11 de Febrero, organizaciones de derechos digitales, grupos de la sociedad civil, los autores y los usuarios de Internet a través de seis continentes salieron a las calles digitales para exigir el fin de la vigilancia masiva.

El verano pasado, el contratista NSA Edward Snowden comenzó a filtrar documentos que detallan las alarmantes operaciones de espionaje llevadas a cabo por los EE.UU., Gran Bretaña y otros países aliados. Las revelaciones sobre la ausencia de límites en la vigilancia masiva de parte de los gobiernos han galvanizado personas en todo el mundo, dando lugar a condenas de líderes mundiales y una resolución de las Naciones Unidas para proteger la privacidad en la era digital.

Aquí encontrarás algunas declaraciones de los firmantes de los 13 Principios contra la vigilancia masiva, explicando por qué participron de «el Día que dijimos ¡Basta!»:

Joana Varon, investigadora, Centro de Tecnología y Sociedad y co-editor de la Oficina Antivigilância, Brazil:

«La vigilancia masiva representa no sólo el fin de la vida privada, sino también una grave amenaza para el derecho a la libertad de expresión. No existe democracia alguna en el universo que pueda resistir este escenario. Tenemos que luchar de nuevo o nos acostumbraremos a la autocensura y perderemos toda la espontaneidad que se alimenta de la creatividad. En última instancia, será el fin de la libertad en el sentido más amplio.»

Gus Hosein, Executive Director, Privacy International, United Kingdom:

«Por mucho tiempo, los programas intrusivos de vigilancia gubernamentales han operado en las sombras, fuera del estado de derecho, y sin control democrático de masas. Pero el espionaje masivo no es sólo un problema doméstico. Vigilancia a esta escala amenaza los derechos de las personas en todos los rincones del mundo. La necesidad de la reforma es urgente, pero no se puede llevar a cabo si no hacemos que nuestros gobiernos entiendan que la vigilancia masiva, operando fuera del escrutinio público, amenaza los fundamentos de la democracia. Personas de todo el mundo el 11 de febrero tienen una gran oportunidad para ponerse de pie, luchar, y exigir que nuestra privacidad sea respetada y protegida. Al hacer que nuestras voces se escuchen, daremos el siguiente paso hacia una reforma real.”

Jérémie Zimmermann, spokesperson, La Quadrature du Net, France:

«Estamos frente a un gran desafío. Por un lado, tenemos que conseguir que estas agencias de inteligencia estén bajo control y escrutinio democráticos. Por otro lado – ahora que la confianza en empresas como Google, Facebook o Apple se ha roto para siempre – tenemos que reinventar nuestra relación con la tecnología y recuperar el control de nuestros equipos, en lugar de ser controlado por ellos. Esto sólo puede ocurrir a través de software libre, la arquitectura descentralizada de la Internet, el cifrado de extremo a extremo, y profundos cambios sociales y culturales. Proteger nuestra privacidad significa proteger nuestra intimidad, el único espacio en el que nos encontramos en plena confianza y podemos experimentar con nosotros mismos, con nuevas ideas y opiniones. Es la definición misma de nuestra humanidad la que está en juego.»

Katitza Rodriguez, International Rights Director, Electronic Frontier Foundation, United States:

«La vigilancia puede y amenaza los derechos humanos. Incluso las leyes destinadas a proteger la seguridad nacional o la lucha contra la delincuencia conducirán inevitablemente al abuso si no se controlan y se mantienen en secreto. Los 13 Principios contra la vigilancia masiva establecen una base sólida para la aplicación de los valores de derechos humanos a las técnicas digitales de vigilancia a través de la protección de transparencia, supervisión rigurosa y privacidad que trascienden las fronteras. Hoy, 11 de Febrero, luchamos de nuevo para restaurar nuestros derechos frente al descontrol de la vigilancia estatal.»

Cindy Cohn, Legal Director, Electronic Frontier Foundation:

«Los gobiernos no deberían ocuparse de espiarnos simplemente porque usamos cifrado fuerte como lo está haciendo la NSA.»

Carolina Botero, Fundación Karisma, Colombia:

«Debemos asegurarnos de que la vigilancia estatal se lleve a cabo en casos excepcionales. Debemos exigir el fin de la vigilancia masiva de las comunicaciones electrónicas y solicitar que las actividades de monitoreo sean ‘necesarias y proporcionadas.'»

Steve Anderson, Director Ejecutivo, Openmedia.ca, Canada:

«La Vigilancia masiva es una amenaza para la libertad de expresión, el comercio y nuestras libertades básicas. Los gobiernos mundiales han traicionado nuestra confianza con sus actividades de espionaje secretas y eso requiere una respuesta. El Día que dijimos ¡Basta! es nuestra oportunidad para trazar una línea en la arena y poner a los gobiernos sobre aviso de que Internet es sobre las nuevas formas de la democracia y la colaboración, no una herramienta con la que gobiernos obsoletos profundicen su control sobre la sociedad.»

Jim Killock, Director Ejecutivo, Open Rights Group, United Kingdom:

«La vigilancia masiva es una amenaza existencial para la gobernabilidad democrática. La corroe mediante la creación de oportunidades para el abuso que se extienden fácilmente a la vida de todos los ciudadanos gracias a las agencias secretas. Esto es más que sólo una cuestión de rendición de cuentas y transparencia, estamos dispuestos a luchar por nuestro futuro como sociedad libre.»

Katarzyna Szymielewicz, Directora Ejecutiva, Panoptykon Foundation, Polonia:

«La vigilancia masiva ha dejado de ser solamente un problema local o nacional. Ha sido posible gracias a la cooperación internacional en todas las jurisdicciones y con independencia de las normas legales. La cooperación de las agencias de inteligencia, los gobiernos y las empresas es el mayor desafío en la lucha contra la vigilancia, sino también la razón por la que tenemos que juntarnos para afrontar una pelea así. Esta es también la razón por la cual la Fundación Panoptykon formuló las 100 preguntas sobre la vigilancia para el gobierno polaco, pero exigió algunas de las respuestas directamente del presidente Obama.»

Micheal Vonn, Policy Director, BC Civil Liberties Association, Canada:

«La vigilancia digital es – y cada vez más – la pregunta más urgente en los derechos humanos del siglo XXI. Lo que algunos han llamado «la batalla por el Internet libre» tiene que ver con las herramientas necesarias para salvaguardar nuestros derechos y la democracia: la libertad de expresión, libertad de asociación, la libertad de prensa; privacidad, la seguridad y la responsabilidad gubernamental.»

Ramiro Álvarez Ugarte, Senior Attorney, Association for Civil Rights, Argentina:

«Los gobiernos de América Latina adoptaron una posición dura frente a la vigilancia masiva revelada por las filtraciones de Edward Snowden. Sin embargo, en la región subsisten prácticas sumamente problemáticas de las que nuestros gobiernos no se hacen cargo. Desde la intercepción rutinaria de las comunicaciones telefónicas hasta el seguimiento de activistas y sindicalistas por parte de los organismos de inteligencia, estas prácticas son usuales y son permitidas por marcos legales obsoletos e ineficientes. Fortalecer nuestras democracias implica luchar contra esas prácticas draconianas y no hay mejor forma de hacerlo que vinculando nuestros esfuerzos con los de la campaña global por el derecho a la privacidad.»

Dr Sean Rintel, Chair, Electronic Frontiers Australia, Australia:

«Electronic Frontiers Australia cree que la existencia de la vigilancia ubicua y mundial en la que participan el Gobierno de Australia y sus aliados «Los Cinco Ojos» es la más grave amenaza para las libertades civiles que hemos visto en 20 años de defensa de los derechos digitales. La vigilancia masiva debilita la privacidad individual, subvierte la presunción de inocencia, y produce escalofríos a la libertad de expresión. Es fundamentalmente incompatible con el buen funcionamiento de las sociedades democráticas. Debemos reafirmar los derechos que constituyen el centro de nuestras sociedades democráticas, y debemos exigir nuevos derechos para protegernos en una nueva era tecnológica. Somos ciudadanos, no los sospechosos.»

Jacobo Nájera, Investigador y desarrollador de software libre, ContingenteMX, México:

«Estamos luchando por un Internet fuerte y capaz de resistir a la vigilancia masiva, para así tener un red habitable socialmente, que albergue el libre flujo de las ideas y de la comunicación.»

Danny O’Brien, International Director, Electronic Frontier Foundation, United States:

«Esto no es únicamente una batalla para frenar de nuevo a la NSA o el GCHQ, o cualquier otra agencia de inteligencia. Se trata de dibujar una línea en la arena. Si se crea un aparato secreto que tiene carta blanca para recopilar datos sobre cada usuario inocente de la red, se crea un aparato que puede controlar a los políticos, detectar y silenciar la disidencia, y desmantelar cualquier equilibrio o control democrático. La vigilancia masiva es veneno para la sociedad moderna y abierta. Tenemos que luchar, y tenemos que ganar.»

Richard Stallman, Fundador del Proyecto GNU y la Fundación de Software Libre, United States:

«El nivel actual de la vigilancia general en la sociedad es incompatible con los derechos humanos. Para recuperar nuestra libertad y restaurar la democracia, debemos reducir la vigilancia hasta el punto en que sea posible para los whistleblowers de todo tipo hablar con la prensa sin ser descubiertos. Para hacer esto de forma fiable, hay que reducir la capacidad de vigilancia de los sistemas que utilizamos «.

Laura Tresca, ARTICLE 19, América del Sur:

«ARTÍCULO 19 señala que el tipo y la magnitud de la vigilancia masiva en cuestión tiene un efecto escalofriante sobre el derecho a la libertad de expresión e información. Las personas son mucho menos propensos a expresarse y compartir la información si saben, o sospechan que sus registros personales están siendo recogidos por el gobierno. El seguimiento de las comunicaciones en línea promueve la autocensura. Queremos decir, la aplicación de los mecanismos de vigilancia para el centro de comunicaciones digitales globales amenaza drásticamente la protección de los derechos humanos en la era digital.»

Cindy Cohn, Legal Director, Electronic Frontier Foundation, United States:

«Uno de los grandes problemas con lo que la NSA y GCHQ están haciendo es que animan a una carrera descendente en el que cada país está espiando a los ciudadanos de todos los otros países. En «El dia que dijimos ¡Basta!», vamos a empezar a revertir este proceso.»