La Coalición por una Comunicación Democrática celebra que la Cámara de Representantes haya aprobado ayer martes 10 de diciembre el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que modifica en forma completa el marco regulatorio de los medios de comunicación audiovisuales (tv abierta, tv para abonados y radio) bajo estándares de libertad de expresión, pluralismo y diversidad. Del mismo modo, la Coalición anuncia que trabajará en el Senado para modificar algunos aspectos que quedaron por el camino durante la discusión en Diputados, como la aprobación del Consejo de Comunicación Audiovisual bajo estándares de autonomía e independencia del Poder Ejecutivo.

Los diputados dieron media sanción ayer al proyecto, aunque sólo fue votado por los legisladores del oficialismo. Pese a que el proyecto ha sido respaldado por los Relatores de Libertad de Expresión de la CIDH y Naciones Unidas, así como expertos internacionales e incluso fue ponderado por la Sociedad Interamericana de Prensa, los legisladores de la oposición insistieron ayer que se trata de un proyecto que limita la libertad de expresión.

Para los diputados del oficialismo, en cambio, se trata de un proyecto garantista de la libertad de expresión (citaron varias disposiciones en ese sentido), que viene a terminar con una historia de discrecionalidad, arbitrariedad y falta de regulación adecuada en el sistema de medios.

Si bien los legisladores del gobierno reconocieron que la norma no incluye la IPTV y otras formas de comunicación en Internet, destacaron otras virtudes: se establece el respeto a tres sectores en la comunicación, se adopta un marco para asignar las frecuencias con plazo y concursos públicos, se establecen cuotas y fondos para promover la producción audiovisual nacional y se regulan por primera vez los derechos de las personas frente a los medios de comunicación.

Uno de los puntos centrales del proyecto, la creación de un Consejo de Comunicación Audiovisual de cinco miembros, cuatro de los cuales serían elegidos por la Asamblea General en un proceso público, fue retirado del proyecto a último momento por una cuestión de plazos constitucionales.

Desde el oficialismo advirtieron que no se pueden crear cargos en los 12 meses previos a las elecciones por prescripción constitucional (art. 269), por ello, los diputados del Frente Amplio pasaron en forma provisoria, las competencias del Consejo a la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (URSEC), un organismo dependiente del Poder Ejecutivo que regula las telecomunicaciones.

La Coalición insistió que pese a las limitaciones constitucionales se puede crear el Consejo, como ya se ha hecho en el pasado con la creación de otros organismos en el año electoral. Es posible crear el Consejo, dotarlo de sus competencias, y aprobar una nueva ley después del año electoral para regular los cargos del mismo y la remuneración de quienes lo integren.

De hecho, varios medios de prensa indicaron que el Presidente de la República tampoco quedó conforme con la solución dada en la bancada de diputados, y prometió que sus asesores trabajaran junto al Senado para resolver este punto y establecer todas las garantías para el ejercicio de la actividad fiscalizadora y reguladora.

Resumen de cambios

La nueva ley derogará a la Ley de Radiodifusión vigente, aprobada en 1978 en plena dictadura militar, un instrumento que ha permitido la concentración de las frecuencias y las licencias para operar cualquier medio regulado en pocas manos, grupos que han desarrollado una estrategia vinculada a la reproducción de contenidos extranjeros y que en distintos momentos han sido vehículo para restringir el pluralismo y la diversidad de voces en los medios.

Las organizaciones internacionales más respetadas en materia de libertad de expresión, como Reporteros sin Fronteras y Artículo 19 (ver recuadro), a través de la Coalición por una Comunicación Democrática, enviaron al Parlamento informes laudatorios con la estructura general del proyecto, aunque también sugirieron cambios, como la necesidad de un Consejo de Comunicación Audiovisual independiente y autónomo del Ejecutivo y la falta de normas para combatir la concentración mediática.

Muchos de estos aspectos fueron modificados durante más de tres meses de trabajo parlamentario, durante las discusiones en la Comisión de Industria de la Cámara de Representantes, donde unas 50 organizaciones nacionales concurrieron a ofrecer su posición y realizar aportes.

Comunicación y derechos

El proyecto incluye por primera vez una regulación dirigida a proteger los derechos de las personas, en especial niños, niñas y adolescentes, frente a los medios de comunicación. Se destaca la creación de un Defensor de las audiencias, que será el encargado de controlar el cumplimiento de varias disposiciones de la futura ley.

Por otra parte, se amplió el alcance de la regulación en el horario de protección al menor (entre las 6 y las 22 horas) que ahora también incluye a las señales de televisión para abonados. Esto afecta la emisión de imágenes violentas, pornografía, apología del consumo de drogas, entre otros contenidos, aspecto que no estaba contemplado en la redacción inicial.

La única excepción a esta regla, también introducida durante el debate parlamentario, refiere a los informativos. Se podrán emitir imágenes de violencia extrema, relativas a hechos de interés público que estén sucediendo en ese momento, y sólo luego de un aviso previo a fin de prevenir a los adultos para proteger al público infantil, tal como sugirió el relator especial de la ONU para la libertad de expresión, Frank La Rue.

También incluye un capítulo referido a la publicidad infantil. Finalmente el proyecto se redujo a seis directivas específicas para la realización y emisión de la publicidad infantil. El gobierno atendió de esta forma los reclamos de empresarios de las agencias de publicidad, que sostenían que algunas de estas restricciones limitaban su libertad en la creación de contenidos y la elaboración de mensajes.
Este cambio fue expresamente rechazado por las organizaciones que integran la Coalición por una Comunicación Democrática, que reclamaron que se conservara la redacción original del artículo 32 a fin de mantener todas las obligaciones establecidas en primera instancia para regular la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes.

Concentración

Otra innovación respecto a la legislación actual refiere a un capítulo específico dedicado a combatir la concentración mediática. El proyecto original sufrió modificaciones positivas en el capítulo referido a la concentración de medios. En ese sentido, el Parlamento accedió a incorporar la figura de grupo económico para prevenir la acaparación de medios. Ningún grupo podrá en adelante acaparar más de 3 frecuencias en cualquiera de las tres bandas del espectro y otras 3 licencias de televisión para abonados, si se trata del área metropolitana, o 6 si son licencias para abonados fuera del área metropolitana.

La futura ley también incluye un capítulo para regular las asignaciones de licencias y frecuencias bajo concurso público y control social. Los beneficiarios de licencias deberán pagar un canon, cuyo producido pasará a financiar un fondo para la producción audiovisual de televisión nacional.

Un tema que en esta primera cámara quedará pendiente es la creación de un Consejo de Comunicación Audiovisual, que ya estaba diseñado pero fue retirado debido a una disposición constitucional que no permite crear cargos públicos en el año electoral, período en el que el país ya ingresó. Sin embargo, el propio presidente José Mujica anunció en el semanario Búsqueda que de aquí a marzo, cuando la ley sea aprobada por el Senado, se buscará una fórmula para dejar establecido un órgano de control independiente.